Mi casa está de puta madre tío. Es una casa con categoría. Mi habitación es la caña macho, esta decorada con tonos violetas claros que contrastan con los muebles y la cama de matrimonio negra, cuando entras te dan ganas de enseñar la habitación todas las noches a alguna princesa, o por lo menos a mí me pasa. La cocina es bastante amplia y sus muebles son idénticos a los de mi casa de Albacete. Te parecerá una tontería pero me gusta verlos y pensar que estoy allí con mi familia. Mi madre preparando la comida mientras mi hermano Miguel y yo jugamos nuestro mítico partido de FIFA, mi padre a punto de llegar de trabajar, y mi abuelo subiendo el pan del día. Joder como les echo de menos.
Las paredes del salón están pintadas con colores rojos y blancos, que combina de lujo con los muebles minimalistas de color caoba oscuro. Los sofás son rojos y me meto unas siestas que no hay santo que me levante. Santo no, pero ella sí. Mi novia se llama María y es la chica más bonita del mundo. Por lo menos así la veo yo. No es la novia perfecta: no le gusta nada el fútbol, no tiene unas medidas perfectas,… Además, su personalidad choca bastante con la mía y reñimos demasiado. Pero cuando me tumbo en la cama con ella y apoya su cabeza en mi pecho la realidad es distinta, todo deja de tener la importancia que se merece, entonces me sonríe y su rostro se transforma en una obra de arte con la que voy a estar soñando el resto de mi vida. Y es que te aseguro, Juan, que si todas las personas se sintieran así media hora al día, ahora viviríamos mucho mejor.
Las habitaciones de mis compañeros están bien y eso, pero sinceramente, la mejor es la mía. Ellos no se quejan, no arman ruido y mantenemos un poco el orden. Porque son ellos. Imagínate que en vez de estos dos fueran el Pachin y Miguel Ángel, no podríamos vivir en esta casa. El Pachin, fiel a su estilo, estaría todo el día tumbado en el sofá y se levantaría para comer y cag... Miguel tendría su habitación patas arriba y, poco a poco, la “patasarribitis” se propagaría por toda la casa. Además seguro que en la universidad nos iría como el culo y suspenderíamos todo. Y yo no he venido a Elche para hacer eso, sé que ellos van a estar ahí siempre que gire la cabeza así que aquí me voy a centrar en sólo una cosa: llegar a ser un buen periodista. Hasta ahora no me ha ido mal. Bueno pues más o menos esta es mi casa ( o mi vida), ¿ a qué está de puta madre tío?
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